Ni gordas, ni pobres, ni fáciles. Las chicas betches lo tienen claro: para triunfar en este mundo ya no basta la fama; hace falta glamour, aparente ingenuidad, oportunismo, una buena dosis de vodka en fiestas y la tarjeta de crédito de papá. El diccionario urbano define betch como “otra forma de decir bitch (puta en inglés), solo que esta palabra suena un millón de veces mejor y te hace sentir muy bien”. Es como cuando una chica se dirige a otra de manera cariñosa llamándola ‘perra’. Pero la cosa no se queda en el lenguaje, tiene que ver con marcas de ropa, estilo de vida, personajes favoritos, fiestas indispensables y, sobre todo, dinero gastado. Las betches son mujeres entre 18 y 24 años, de un nivel económico alto, que tienen como referente indiscutible a la rica heredera Paris Hilton y que se jactan de no estar al día de las noticias, aunque admiten que los chismes de farándula son tema de primer orden y que de vez en cuando se asoman a las noticias para saber de